Si te dijera la verdad, no creo que merezca la pena. Creo que luchar contra la tormenta es algo inútil. Siempre he dicho que luchar contracorriente es una perdida de tiempo, aunque a veces cuando desnudamos nuestra ternura todo es posible. Cuando borramos nuestros sueños y hacemos girar el tiempo, como cambian las cosas, como entendemos las situaciones.
Tentamos nuestra suerte con todo tipo de disfraces. Disfrazamos nuestra ansia, disfrazamos nuestro deseo, todo por lograr unos segundos de felicidad. Es que cuando estoy sin ti me falta el aire. Cuantas veces me abracé con el viento y amanecí sin ti.


(Dedicado a las injusticias, los desencuentros, el desamor y la incomprensión).