He leído en un blog una descripción bastante detallada de dos personas frustradas por no haber hecho lo que a ellos les hubiera gustado hacer. Todos nosotros, eso al menos creo yo, de un modo u otro somos unos frustrados. La vida está llena de infidelidades a nuestros gustos, a nuestras ilusiones y anhelos. Escogemos una cosa porque la otra nos parece más difícil. Estudiamos aquello porque es lo que nos dará de comer mañana. Todo es falso. Mi profesión actual no tiene nada que ver con lo que estudié. De hecho, nada de lo que soy estuvo en mi mente jamás. Y creo que si cada uno de vosotros os miráis el ombligo, seguramente os pareceréis a mi. Siempre había oído aquello de que "La vida nos pone a cada uno en su sitio". No recuerdo a nadie que este trabajando en lo que seleccionó para su futuro. A veces me pregunto si todo esto que nos pasa es porque estamos predestinados a tener esta existencia, ( yo si lo creo ). Que cruel. Continuamos cada día porque evidentemente algo se mueve dentro de nosotros, y no me refiero al corazón, existe dentro de cada uno una extraña fuerza, azul la imagino, que moviliza nuestro organismo y nos hace, día a día, comportarnos como si nada. Mintiendole a nuestro vecino, a nuestro amigo, a nuestra pareja, a nuestro reflejo, mintiéndonos a nosotros mismos.